San Telmo y Luca Prodan; la leyenda indivisible
Hay que caminar por las calles de San Telmo tarareando algún tema de SUMO. Una experiencia única...
Su vida terminó en su casa de Alsina y Defensa, dónde hoy una placa lo recuerda y sus fanáticos le rinden culto pensando en él o tarareando alguna de sus canciones más recordadas.
Buenos Aires es Luca, y si viajamos a como era nuestra ciudad en los 80 no existe mejor manera de recordar el pasado que imaginando de fondo algunos de sus temas.
“Luca Vive” siguen expresando muchas paredes de la ciudad, y aunque existe a una tendencia a condenar el graffiti y las pintadas, borrar una de estas frases es como profanar una plegaria indeleble.
El líder de Sumo fue sin dudas, uno de los más grandes íconos del rock argentino de la década del 80 y su legado, en épocas de mala música, se mantiene hoy más vivo que nunca.
“El Pelado” como lo han bautizado sus seguidores nació en Italia en 1953 y llegó a la Argentina desde Londres, con la intención de curarse de su adicción a las drogas.
Mina Clavero, en la provincia de Córdoba, fue su primer casa y luego decidió poner rumbo a la Capital Federal, para antes radicarse en el barrio bonaerense de Hurlingham donde conoció a algunos de los integrantes de la que sería su mejor banda “Sumo”.
El debut de Sumo se produjo en el año 1982 y del mismo show participaron otros grupos importantes de la escena del rock nacional que comenzaba a asentarse a nivel seguidores y fanáticos. La Dictadura se estaba muriendo y con la vuelta a la Democracia muchas voces comenzaban a decir lo que sentían: Sumo fue una de ellas las juventudes.
En 1983 la banda grabó su primer demo y en 1985 su primer disco salió a la calle con temas inolvidables como "La Rubia tarada" y "Mejor no hablar de ciertas cosas".
El barrio del Abasto y las pensiones en las que vivió le sirvieron para conocer todo tipo de “personajes” que lo inspiraron para crear la famosa canción "Mañana en el Abasto" que describe de manera perfecta la Buenos Aires de los años ´80.
Prodan murió por un paro cardíaco el 22 de Diciembre de 1987, a los 37 años, en su casa de Alsina y Defensa, en el barrio de San Telmo. Dos días antes había realizado su último show en la cancha del Club Atlético de Los Andes, donde compartió el escenario con Los Violadores.
Durante el verano de 1988, los demás integrantes del grupo -Pettinato, Mollo, Arnedo, Daffunchio- rindieron un homenaje a Luca en el Festival Chateau Rock.
Pasan los años y la música de Sumo sigue sonando en cada esquina, cada sábado por la noche en cualquier bar de San Telmo. Es que Luca, sencillamente, no murió.