¿Sabias que en el delta una biblioteca repartió libros a pesar de la pandemia?
Las islas del Delta guardan en su interior historias únicas, increíbles...
La "razón" de la existencia de la Biblioteca se encuentra en el testamento de Genoveva Germana Agripina Lattuga, quien nació en París en 1896 y fue esposa de Absalón Rojas, hermano del reconocido escritor-historiador Ricardo Rojas.
El 1º de abril de 1958, la mujer decidió donar 38 hectáreas en el arroyo Felicaria -Segunda Sección de Islas del Delta- para cumplir con su gran sueño: ayudar a los isleños, en lo que respecta a la salud y la cultura.
Genoveva falleció meses después y, siguiendo su testamento, la única heredera destinó estas tierras para el establecimientos de una Sala de Primeros Auxilios y una Biblioteca Popular.
Así fue como el 1° de Octubre de 1958 se fundó la Sociedad de Fomento Vecinal Arroyo Felicaria y, poco tiempo después, se inauguraron la Sala de Primeros Auxilios y la Biblioteca.
Una pequeña construcción dibujada con colores vivos anuncia la “Sociedad de Fomento Vecinal Arroyo Felicaria y Biblioteca Popular Santa Genoveva”. Se trata de un lugar muy bello, cálido y sereno. Claro que no es menor la tarea que realizan diariamente los que trabajan allí.
Sucede que la Biblioteca del Felicaria se encarga de suministrar y prestar libros a todas las escuelas de las Islas del Delta, con una particularidad: allí los libros se reparten en lancha o en canoas y para sorpresa de muchos, nunca llegan mojados.
Desde el 1 de noviembre de 2008, la Biblioteca cuenta con acceso a Internet. De esta manera, todos los chicos que viven y estudian en las islas del Delta pueden conectarse, tener su propia cuenta de e-mail, chatear, jugar, informarse y conocer nuevos lugares a través de la red.