San Telmo invita a ir en búsqueda de Mafalda. ¿Quién fue Mafalda?
Su obra está presente en el imaginario cultural y lo seguirá estando por mucho tiempo más. Había que darle el No
Mafalda está.
San Telmo está.
Quino siempre está presente en este rincón inolvidable de la Ciudad de Buenos Aires.
Cuando hay pronóstico de lluvia en Buenos Aires no hay nada más lindo que sentarse en un cafe y disfrutar de Mafalda y toda su pandilla
Sí, mojate, sentí los adoquines fríos de la ciudad, respirá un poco de aire puro, pensá simplemente que estás vivo y festeja la vida.
Quino nació en Mendoza, el 17 de julio de 1932.
Fue un humorista gráfico e historietista argentino y su obra constituye una parte fundamental de la historieta argentina.
La tira más conocida, emblemática para varias generaciones, es Mafalda.
De chico ya sabía que quería ser dibujante.
Cuando murió su madre tenía 13 y ese mismo año decidió dejar los dibujos autodidactas para empezar a profesionalizarse: ingresó a la Escuela de Bellas Artes de Mendoza.
En 1954, luego de hacer el servicio militar obligatorio, se fue a Buenos Aires a convertir su sueño de ser dibujante.
Su primera página de humor la publicó en el semanario Esto Es.
Luego siguió en medios como Leoplán, TV Guía, Vea y Lea, Damas y Damitas, Usted, Panorama, Adán, Atlántida, Che, y el diario Democracia, entre otros.
También empezó a publicar con cierta regularidad en las históricas Rico Tipo, Tía Vicenta y Dr. Merengue.
Fue entonces cuando llegó el dibujo publicitario y, al fin, su primer libro recopilatorio, Mundo Quino, en 1963.
¿Quién fue Mafalda?
La historia de Mafalda, su tira más famosa y la que lo convirtió en un artista mundial, empieza con una campaña de publicidad encubierta para la empresa de electrodomésticos Mansfield.
Quino creó al personaje de Mafalda, pero la campaña finalmente no se hizo, entonces publicó la historia en Leoplán y luego en Primera Plana.
Al poco tiempo salió en diversos países: un éxito que aún no conoció su techo.
No se trataba ni se trata de una mera pasión popular.
Cuando el filósofo italiano Umberto Eco leyó Mafalda quedó tan fascinado que se encargó especialmente del álbum que se editó en Italia en 1969 titulado Mafalda la contestataria.
En el prólogo escribe que “no se trata solamente de un personaje de historieta más; es, sin duda, el personaje de los años setenta".
"Si para definirla se utilizó el adjetivo ‘contestataria’, no es sólo para alinearla en la moda del anticonformismo.
Mafalda es una verdadera heroína ‘rebelde’, que rechaza el mundo tal cual es”, agregó Eco en ese texto.
Fue y es un personaje que revela el ADN progresista de cierta clase media argentina pero también que explica muy bien el contradictorio funcionamiento del mundo.
La tribu completa
Alrededor de Mafalda, brillaban otros personajes que el dibujante usaba para retratar la compleja argentinidad de aquella época.
Sus amigos eran Manolito, Felipe, Susanita, Miguelito y Libertad.
Su familia estaba compuesta por su madre (Raquel), una ama de casa con un pasado como pianista, un padre que trabajaba en una oficina e intentaba responder a los planteos de hija mayor y Guille, el hermano más chico al que le gustaba la sopa y amaba a Brigitte Bardot.
Además de los albums de Mafalda, Quino ha publicado una veintena de libros. Quinoterapia, Sí, cariño, ¡Qué mala es la gente!, ¡Cuánta bondad!, ¡Qué presente impresentable!, ¿Quién anda ahí?, Simplemente Quino, son apenas algunos.
Esa enorme trayectoria le ha dado distinciones muy importantes como el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades que obtuvo en 2014.
Basta abrir una historieta…
Tras su muerte, artistas, intelectuales, celebridades y lectores de todo el mundo se hicieron eco de la triste noticia.
Todos destacan lo mismo: cuánto habían sido influenciados por su agudo arte humorístico.
Fue un artista de una agudeza estética poca veces vistas, pero también de una mirada política sumamente crítica.
No sólo desnudó las desigualdades del mundo, también criticó su machismo. Su obra está presente en el imaginario cultural y lo seguirá estando por mucho tiempo más.
Por eso, si tenes un rato y empieza a llover en la ciudad, tomate un bondi o un taxi a San Telmo y pregunta por Mafalda, seguro alguién te va a indicar dónde está y ahí para el mundo, dale un beso a la pequeña Maflada, de eso se trata la vida.
Gracias Quino,