Tres estaciones de tren
La primera línea que asentó allí su estación terminal fue el Ferrocarril del Norte.
Bartolomé Mitre inauguró las obras de este ferrocarril que, justicieramente, llevó el nombre del prócer durante más de medio siglo luego de la nacionalización. El 1º de diciembre de 1862 se inauguró oficialmente la línea hasta Belgrano y con ello la estación de Retiro en la intersección de las actuales avenidas del Libertador y Ramos Mejía.
Curiosamente once años y un mes más tarde, la estación Retiro dejaría de ser terminal porque el ferrocarril cambió la extensión tranviaria por una vía que iba hasta la estación Central, cabecera ubicada al costado de la Casa de Gobierno. Desde 1897, cuando se incendió y destruyó por completo la estación Central, Retiro siempre fue cabecera. A medida que se iban incorporando nuevos ramales, la estación se saturaba. La actividad en Retiro creció cuando el 16 de abril de 1901 el Ferrocarril Buenos Aires y Rosario inauguró su terminal un poco hacia el este. Posteriormente ambas empresas se fusionaron y el 2 de agosto de 1915 se inauguró la enorme estación que aún podemos ver con su frente enmarcado por una gran cúpula.
Poco antes, en 1912, el Ferrocarril Pacífico (luego San Martín), que desde 1909 había extendido sus servicios desde la estación Palermo a Retiro, pero entrando por las vías del Ferrocarril del Norte y luego por el Buenos Aires y Rosario, construyó su propia estación terminal en terrenos ganados al río. La estación provisoria, bien al estilo argentino, es el edificio de chapa que sigue prestando servicio casi un siglo después.
Entre ambas estaciones, en 1912 también, se inauguró la terminal del Ferrocarril Central Córdoba, única de trocha angosta en Retiro y que todavía funciona. El estilo bien inglés del frontis cuenta también con una cúpula como su vecina del oeste.
Indudablemente de las tres, la más impresionante es la del ex Ferrocarril Mitre, declarada Monumento Histórico Nacional. Proyectada por el arquitecto Eustace Conder tiene un diseño neoclásico que combina un frente amplio, un hall central amplísimo y una estructura metálica de los andenes realizada en Gran Bretaña. Aun se ve en su frente la piedra basal colocada por el Ferrocarril Central Argentino en 1909 y que muestra la gran demora en la construcción finalizada en 1915, debido a la Primera Guerra Mundial.