El Planetario

02-12-2009

Está ubicado entre las Avenidas Sarmiento y Figueroa Alcorta, en el Parque 3 de Febrero.

Como si hubiera estacionado en una de las zonas más bellas de Palermo, el Planetario Galileo Galilei de Buenos Aires recuerda a una nave espacial en reposo. Sus inmensas columnas curvas parecen haberse desplegado un día para posarse en tierra y su enigmática cúpula parece haber visto galaxias y soles extraños.

Con la idea de que la ciudad contara a la vez con un monumento cultural y un espacio de divulgación de la astronomía, el Planetario se inauguró en 1966 y está emplazado en un lugar histórico de Buenos Aires. Allí, en lo que a finales del siglo XIX se conocía como Buenos Ayres Cricket Club, se jugó el primer partido de fútbol de la Argentina.

Aunque afuera haya pleno sol, en el interior del Planetario todos los días se encienden las estrellas. En una sala para 360 personas y bajo una cúpula semiesférica de 20 metros de diámetro, constelaciones mitológicas y cometas errantes se asoman entre las nubes de un cielo increíblemente real.

Como si la nave despegara de golpe, los bosques de Palermo y la Tierra se pierden para dar paso los planetas de nuestro sistema solar. Rápidamente se dejan los suburbios de la Vía Láctea y se atraviesan las galaxias vecinas y, tras esquivar la explosión de una estrella agotada, se llega a las agrupaciones galácticas que danzan al compás del Big Bang.

Con presentaciones de excelente calidad y un realismo que deja sin respiro, el Planetario ofrece funciones para varios tipos de público: desde programas para los distintos niveles escolares, funciones de variada complejidad para el público en general, hasta eventos especiales para no videntes e hipoacúsicos.

Además de los programas audiovisuales, el Planetario también es un museo. En él se pueden encontrar, entre otras cosas, una roca lunar traída a la tierra por la misión Apolo XI y un meteorito metálico de 37.5 toneladas de peso, de una antigüedad de 4 mil años.

La “estrella” del lugar, y lo que le da su nombre al edificio, es lo que se conoce como Instrumento Planetario. Con 5 metros de altura y 2.5 toneladas de peso, el complejo aparato consta de cien proyectores para los planetas visibles y dos esferas capaces de proyectar 8900 estrellas.

Como una verdadera nave, el Planetario hace que grandes y chicos sientan el vértigo, el asombro y la pequeñez ante la extensión del Universo.