Ney Matogrosso brilló en el Gran Rex
El tremendo artista brasilero se subió a un escenario porteño y cientos lo disfrutamos mucho.
Anoche, poco después de las 21 horas, Ney abrió el show junto a su increíble banda en el Gran Rex. El brillo que llegó desde su vestuario, su increíble voz y sus perfectos movimientos encandiló a un público feliz. Sí, muy feliz.
Arriba de unas botas altas y negras inició el espectáculo con tres temas seguidos hasta que llegó el primer saludo. El auditorio, embelesado, escuchó con atención y aplaudió agradecido de tanto arte. Es que Ney Matogroso junto a su formidable banda -Sacha Amback, director musical y teclados; Marcos Suzano y Felipe Roseno en percusión; Dunga en bajo; Mauricio Negão en guitarra; Aquiles Moraes en trompeta y Everson Moraes en trombón- vino a Buenos Aires a cantar los temas de su último trabajo discográfico “Atento aos Sinais” (Atento a las señales) y a disfrutar del cálido cariño y la honesta admiración del público argentino.
Este hombre de 75 años, con 40 de carrera, no solo rompe cualquier estereotipo de la vejez, también tiene la magia necesaria para seguir incrementando su propio talento. Ney es un ser sin límites, definitivamente lo es.
Del negro viajó a un plateado que aumentó aún más su brillo propio. Canciones, más por suerte. Unas tras otras. Un primer intento de fin fue seguido por tres temas más detrás de un larguísimo aplauso. Otro intento de fin y la emoción de Ney invadió todo el teatro. Los músicos no dejaban de señalar, un tanto sorprendidos, a aquellos que no podían dejar de golpear sus manos. Casi fin. Un último tema, uno repetido "es que no tenemos otro preparado", confesó el cantante.
Fin. ¡Gracias, Ney! Volvé pronto por Buenos Aires. Un hombre de unos treinta y pico le resumió a su novia su estado: "Estoy on fire". Exacto, así salimos todos. Com-ple-ta-men-te on fire…