Otro cumple de Gabo. Y este año se le descubrió un tesoro: una hija
Garcia Márquez fue para muchos el mejor escritor de todos los tiempos. Google lo homenajea cada 6 de Marzo.
Este 2022, (en realidad el periodista lo investigó en 2020 y 2021) Gabo, desde el más allá, blanqueó un secreto: tuvo una hija.
Es que de realismo mágico vivió el hombre y de amores mágicos (con sus novelas y algún desliz) también.
Podrán imitarlo, igualarlo jamás.
Aunque la historia dará muy buenos escritores, García Márquez fue de esos que se creo a sí mismo.
Un 6 de Marzo nació el gran escritor colombiano que logró trasmitir al resto del mundo como es "latinoamérica".
Y lo repite todos los años.
Google se dio el lujo de armar un "doodle" en su honor que fue visto por millones de personas en todo el planeta.
El gráfico diseñado especialmente en su honor se puede ver en 37 países distintos y te vamos a explicar rápidamente en que consiste cada uno de las partes que lo componen:
-La Cabeza del hombre es la de Garcia Marquez, y en ella se despliega un mundo de fantasía que quedó inmortalizado en sus libros
-La pareja son los fundadores de Macondo: José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán
-Una mariposa amarilla, que nos remite en forma inmediata a Cien Años de Soledad, la novela más famosa del autor
-El Tren era en "Macondo" esperado por todos. Su llegada era la conexión con otros mundos y otro tiempo.
-Los pescaditos de oro. El Coronel los hacía como hobby, y estos pequeños elementos quedaron inmortalizados también en Cien Años de Soledad
-La Iglesia es el lugar donde fue bautizado el autor y rinde lugar también a la importancia de esta institución en casi todos los pueblos americanos, donde esta existe junto a la plaza, el departamento de policia y la biblioteca.
-La vegetación exhuberante remite a las selvas y bosques americanos, sobre todo a la región de América Central y el Caribe donde vivió Garcia Marquez
y hay más "íconos" que seguramente te remitiran a libros, cuentos y personajes de este fascinante e inagotable autor que logró que el mundo mire al Caribe y sobre todo al territorio americano y a sus mujeres y hombres.
¿Pero quién fue Gabriel Garcia Márquez?
Su infancia
Hijo de Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez Iguarán, nació en Aracataca, departamento del Magdalena, Colombia, «el domingo 6 de marzo de 1927 a las nueve de la mañana...», como refiere el propio escritor en sus memorias.
Cuando sus padres se enamoraron, el padre de Luisa, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía, se opuso a esa relación, pues Gabriel Eligio García, que había llegado a Aracataca como telegrafista, no era el hombre que consideraba más adecuado para su hija, por ser hijo de madre soltera, pertenecer al Partido Conservador Colombiano y ser un mujeriego confeso.
Con la intención de separarlos, Luisa fue enviada fuera de la ciudad, pero Gabriel Eligio la cortejó con serenatas de violín, poemas de amor, innumerables cartas y frecuentes mensajes telegráficos. Finalmente, la familia capituló y Luisa consiguió el permiso para casarse con Gabriel Eligio, lo cual sucedió el 11 de junio de 1927 en Santa Marta.
La historia y tragicomedia de ese cortejo inspiraría más tarde a su hijo la novela El amor en los tiempos del cólera.
Poco después del nacimiento de Gabriel, su padre se convirtió en farmacéutico y, en enero de 1928, se mudó con Luisa a Barranquilla, dejando a Gabriel en Aracataca al cuidado de sus abuelos maternos.
Dado que vivió con ellos durante los primeros años de su vida, recibió una fuerte influencia del coronel Nicolás Márquez, quien de joven mató a Medardo Pacheco en un duelo y tuvo, además de los tres hijos oficiales, otros nueve con distintas madres.
El coronel era un liberal veterano de la Guerra de los Mil Días, muy respetado por sus copartidarios y conocido por su negativa a callar sobre la Masacre de las bananeras, suceso en el que murieron cientos de personas a manos de las Fuerzas Armadas de Colombia durante una huelga de los trabajadores de las bananeras, hecho que García Márquez plasmaría en su obra.
El coronel, a quien Gabriel llamaba Papalelo, describiéndolo como su «cordón umbilical con la historia y la realidad», fue también un excelente narrador y le enseñó, por ejemplo, a consultar frecuentemente el diccionario, lo llevaba al circo cada año y fue el primero en introducir a su nieto en el «milagro» del hielo, que se encontraba en la tienda de la United Fruit Company.
Frecuentemente decía: «Tú no sabes lo que pesa un muerto», refiriéndose así a que no había mayor carga que la de haber matado a un hombre, lección que García Márquez más tarde incorporaría en sus novelas.
Su abuela, Tranquilina Iguarán Cotes, era de origen gallego, así lo manifestó el propio Gabo en diferentes ocasiones, a quien García Márquez llama la abuela Mina y describe como una mujer imaginativa y supersticiosa que llenaba la casa con historias de fantasmas, premoniciones, augurios y signos, fue de tanta influencia en García Márquez como su marido e incluso es señalada por el escritor como su primera y principal influencia literaria, pues le inspiró la original forma en que ella trataba lo extraordinario como algo perfectamente natural cuando contaba historias y sin importar cuán fantásticos o improbables fueran sus relatos, siempre los refería como si fueran una verdad irrefutable. El propio escritor, tendría manifestado en una entrevista en 1983 al periódico español El País.
Surgió mi interés de descifrar su ascendencia, y buscando la suya encontré la mía en los verdes frenéticos de mayo hasta el mar y las lluvias feraces y los vientos eternos de los campos de Galicia.
Sólo entonces entendí de dónde había sacado la abuela aquella credulidad que le permitía vivir en un mundo sobrenatural donde todo era posible, donde las explicaciones racionales carecían por completo de validez”.
Además del estilo, la abuela Mina inspiró también el personaje de Úrsula Iguarán que, unos treinta años más tarde, su nieto usaría en Cien años de soledad, su novela más popular.
Su abuelo murió en 1936, cuando Gabriel tenía ocho años. Debido a la ceguera de su abuela, él se fue a vivir con sus padres en Sucre, población ubicada en el departamento homónimo de Sucre, donde su padre trabajaba como farmacéutico.
Según lo afirmó su hijo Rodrigo, Gabriel había perdido la visión del centro de su ojo izquierdo desde su infancia, cuando miró directamente un eclipse.
Su niñez está relatada en sus memorias Vivir para contarla.
Después de 24 años de ausencia, en 2007 regresó a Aracataca para un homenaje que le rindió el gobierno colombiano al cumplir sus 80 años de vida y los 40 desde la primera publicación de Cien años de soledad.
Educación y adultez
Poco después de llegar a Sucre, se decidió que Gabriel debía empezar su educación formal y fue mandado a un internado en Barranquilla, un puerto en la boca del río Magdalena.
Allí adquirió reputación de chico tímido que escribía poemas humorísticos y dibujaba tiras cómicas. Serio y poco dado a las actividades atléticas, fue apodado El Viejo por sus compañeros de clase.
García Márquez cursó los primeros grados de secundaria en el colegio jesuita San José (hoy Instituto San José) desde 1940, en donde publicó sus primeros poemas en la revista escolar Juventud.
Luego, gracias a una beca otorgada por el Gobierno, Gabriel fue enviado a estudiar a Bogotá de donde lo reubican en el Liceo Nacional de Zipaquirá, ciudad ubicada a una hora de la capital, donde culminará sus estudios secundarios.
Durante su paso por la casa de estudios bogotana, García Márquez destacó en varios deportes, llegando a ser capitán del equipo del Liceo Nacional de Zipaquirá en tres disciplinas, fútbol, béisbol y atletismo.
Después de su graduación en 1947, García Márquez permaneció en Bogotá para estudiar derecho en la Universidad Nacional de Colombia, donde tuvo especial dedicación a la lectura.
La metamorfosis de Franz Kafka «en la falsa traducción de Jorge Luis Borges» fue una obra que le inspiró especialmente.
Estaba emocionado con la idea de escribir, no literatura tradicional, sino en un estilo similar a las historias de su abuela, en las que se «insertan acontecimientos extraordinarios y anomalías como si fueran simplemente un aspecto de la vida cotidiana».
Su deseo de ser escritor crecía. Poco después, publicó su primer cuento, La tercera resignación, que apareció el 13 de septiembre de 1947 en la edición del diario El Espectador.
Aunque su pasión era la escritura, continuó con la carrera de derecho en 1948 para complacer a su padre.
Después del llamado Bogotazo en 1948, unos sangrientos disturbios que se desataron el 9 de abril a causa del magnicidio del líder popular Jorge Eliécer Gaitán, la universidad cerró indefinidamente y su pensión fue incendiada. García Márquez se trasladó a la Universidad de Cartagena y empezó a trabajar como reportero de El Universal.
En 1950, desiste de convertirse en abogado para centrarse en el periodismo y se traslada de nuevo a Barranquilla para trabajar como columnista y reportero en el periódico El Heraldo.
Aunque García Márquez nunca terminó sus estudios superiores, algunas universidades, como la Universidad de Columbia de Nueva York, le han otorgado un doctorado honoris causa en letras.
Matrimonio y familia
Durante su etapa de niñez, cuando visitaba a sus padres en Sucre, conoció a Mercedes Barcha, también hija de un boticario, en un baile de estudiantes y decidió enseguida que tenía que casarse con ella cuando terminara sus estudios.
En efecto, García Márquez contrajo matrimonio en marzo de 1958 en la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Barranquilla con Mercedes «a la que le había propuesto matrimonio desde sus trece años».
Mercedes es descrita por uno de los biógrafos del escritor como «una mujer alta y linda con pelo marrón hasta los hombros, nieta de un inmigrante egipcio, lo que al parecer se manifiesta en unos pómulos anchos y ojos castaños grandes y penetrantes».
Y García Márquez se ha referido a Mercedes constantemente y con cariño orgulloso; cuando habló de su amistad con Fidel Castro, por ejemplo, observó, «Fidel se fía de Mercedes aún más que de mí».
En 1959 tuvieron a su primer hijo, Rodrigo, quien se convirtió en cineasta, y en 1961 se instalaron en Nueva York, en donde ejerció como corresponsal de Prensa Latina.
Tras recibir amenazas y críticas de la CIA y de los disidentes cubanos, que no compartían el contenido de sus reportajes, decidió trasladarse a México y se establecieron en la capital.
Tres años después, nació su segundo hijo, Gonzalo, actualmente diseñador gráfico en la capital mexicana.
Aunque García Márquez poseía residencias en París, Bogotá y Cartagena de Indias, vivió la mayor parte del tiempo en su casa de la Ciudad de México, donde fijó su residencia a principios de los años 60 y en donde escribió Cien años de soledad en el número 19 de la calle La Palma de la colonia San Ángel.
La fama
Placa conmemorativa en el Hôtel des 3 Collèges en París (Francia), donde García Márquez vivió en 1956.
La notoriedad mundial de García Márquez comenzó cuando Cien años de soledad se publicó en junio de 1967 y en una semana vendió 8000 ejemplares.
De allí en adelante, el éxito fue asegurado y la novela vendió una nueva edición cada semana, pasando a vender medio millón de copias en tres años.
Fue traducido a más de veinticinco idiomas y ganó seis premios internacionales.
El éxito había llegado por fin y el escritor tenía 40 años cuando el mundo aprendió su nombre.
Por la correspondencia de admiradores, los premios, entrevistas y las comparecencias era obvio que su vida había cambiado.
En 1969, la novela ganó el Chianciano Aprecian en Italia y fue denominado el «Mejor Libro Extranjero» en Francia.
En 1970, fue publicado en inglés y fue escogido como uno de los mejores 12 libros del año en Estados Unidos.
Dos años después le fue concedido el Premio Rómulo Gallegos y el Premio Neustadt y en 1971, Mario Vargas Llosa publicó un libro acerca de su vida y obra.
Para contradecir toda esta exhibición, García Márquez regresó simplemente a la escritura.
Decidido a escribir acerca de un dictador, se trasladó con su familia a Barcelona (España) que pasaba sus últimos años bajo el régimen de Francisco Franco.
La popularidad de su escritura también condujo a la amistad con poderosos líderes, incluyendo el expresidente cubano Fidel Castro, amistad que ha sido analizada en Gabo y Fidel: retrato de una amistad.
En una entrevista con Claudia Dreifus en 1982, dice que su relación con Castro se basa fundamentalmente en la literatura: «La nuestra es una amistad intelectual. Puede que no sea ampliamente conocido que Fidel es un hombre culto. Cuando estamos juntos, hablamos mucho sobre la literatura».
Algunos han criticado a García Márquez por esta relación; el escritor cubano Reinaldo Arenas, en 1992 en sus memorias Antes que anochezca, señala que García Márquez estaba con Castro, en 1980 en un discurso en el que este último acusó a los refugiados recientemente asesinados en la embajada de Perú de ser «chusma». Arenas recuerda amargamente a compañeros del escritor homenajear por ello con «hipócritas aplausos» a Castro.
También debido a su fama y a sus puntos de vista sobre el imperialismo de Estados Unidos, fue etiquetado como subversivo y por muchos años le fue negado el visado estadounidense por las autoridades de inmigración.
Sin embargo, después de que Bill Clinton fuera elegido presidente de Estados Unidos, este finalmente le levantó la prohibición de viajar a su país y afirmó que Cien años de soledad «es su novela favorita».
En 1981, el año en el que le fue concedida la Legión de Honor de Francia, regresó a Colombia de una visita con Castro, para encontrarse una vez más en problemas.
El gobierno del liberal Julio César Turbay Ayala lo acusaba de financiar al grupo guerrillero M-19. Huyendo de Colombia solicitó asilo en México, donde hasta su muerte continuará manteniendo una casa.
Desde 1986 hasta 1988, García Márquez vivió y trabajó en México D. F., La Habana y Cartagena de Indias.
En 1987, hubo una celebración en América y Europa del vigésimo aniversario de la primera edición de Cien años de soledad.
No solo había escrito libros, también había terminado escribiendo su primera obra de teatro, Diatriba de amor contra un hombre sentado.
En 1988 se estrenó la película Un señor muy viejo con unas alas enormes, dirigida por Fernando Birri, adaptación del cuento del mismo nombre.
En 1995, el Instituto Caro y Cuervo publicó en dos volúmenes el Repertorio crítico sobre Gabriel García Márquez.
En 1996 García Márquez publicó Noticia de un secuestro, donde combinó la orientación testimonial del periodismo y su propio estilo narrativo.
Esta historia representa la onda inmensa de violencia y secuestros que Colombia continuaba encarando.
En 1999, el estadounidense Jon Lee Anderson publicó un libro revelador acerca de García Márquez, para lo cual tuvo la oportunidad de convivir varios meses con el escritor y su mujer en su casa de Bogotá.
Enfermedad y muerte
En 1999 le fue diagnosticado un cáncer linfático. Al respecto, el escritor declaró en una entrevista en el año 2000 a El Tiempo de Bogotá: Hace unos años fui sometido a un tratamiento de tres meses contra un linfoma, y hoy me sorprendo yo mismo de la enorme lotería que ha sido ese tropiezo en mi vida.
Por el temor de no tener tiempo para terminar los tres tomos de mis memorias y dos libros de cuentos que tenía a medias, reduje al mínimo las relaciones con mis amigos, desconecté el teléfono, cancelé los viajes y toda clase de compromisos pendientes y futuros, y me encerré a escribir todos los días sin interrupción desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde.
Durante ese tiempo, ya sin medicinas de ninguna clase, mis relaciones con los médicos se redujeron a controles anuales y a una dieta sencilla para no pasarme de peso. Mientras tanto, regresé al periodismo, volví a mi vicio favorito de la música y me puse al día en mis lecturas atrasadas.
En la misma entrevista, García Márquez se refiere al poema titulado La marioneta, que le fue atribuido por el diario peruano La República a modo de despedida por su inminente muerte, desmintiendo tal información.
Negó ser el autor del poema y aclaró que «el verdadero autor es un joven ventrílocuo mexicano que lo escribió para su muñeco», refiriéndose al mexicano Johnny Welch.
En 2002, su biógrafo Gerald Martin voló a México D. F. para hablar con García Márquez.
Su mujer, Mercedes, tenía gripe y el escritor tuvo que visitar a Martin en su hotel. Según dijo, Gabriel García Márquez ya no tenía la apariencia del típico sobreviviente de cáncer. Todavía delgado y con el pelo corto, completó Vivir para contarla ese año.
A principios de julio de 2012, por comentarios de su hermano Jaime, se rumoreó que el escritor padecía de demencia senil, pero un vídeo en que celebra su cumpleaños en marzo de 2012 sirvió para desmentir el rumor.
En abril de 2014 fue internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, en México D. F., debido a una recaída producto del cáncer linfático que le fue diagnosticado en 1999.
El cáncer había afectado un pulmón, ganglios e hígado.
García Márquez falleció el 17 de abril de 2014.
El presidente de Colombia Juan Manuel Santos señaló que el escritor fue «el colombiano que, en toda la historia de nuestro país, más lejos y más alto ha llevado el nombre de la patria», decretando tres días de duelo nacional por su muerte.
Su cenizas reposan en el claustro de La Merced de Cartagena de Indias, a donde fueron trasladadas el 22 de mayo de 2016
Su memoria es leyenda, y cada vez su figura es más grande