¿La culpa es de los padres? ¿Cada padre puede controlar 100% lo que hace su hijo/a?
¿Qué hicieron los padres y madres para merecer esto?
Seguramente nada.
En estos días (de condena inminente y de dolor eterno para la familia de Fernando) la sociedad argentina está muy pendiente de cuál será finalmente la condena que la Justicia argentina dará a los 8 rugbiers para cerrar esta historia.
La mayoría ( y debe ser así) esta muy enojada con los rugbiers porque no solo no pidieron perdón verdaderamente sino que hablan de "un chico de nuestra edad que murió" sin hacerse cargo de que fueron ellos (a patadas en la cabeza y piñas sin parar y sin sentido) los que mataron a Fernando Baez Sosa.
Acá no hubo ni extraterrestres inducidos ni enfermedades preexistentes, Fernando murió porque lo asesinaron cobardemente entre 8 personas.
Y eso está probado.
La sociedad también se enoja con los padres de los asesinos, pero tienen los padres de estos chicos la culpa de lo que hicieron.
Estos padres pueden haber sido buenos o malos padres pero ellos no mataron a nadie.
Es fácil acusar mirando un televisor.
Culpa de ustedes, no los cuidaron, no sabían lo que hacían....bla bla bla...¿Y si todo esto no es cierto?
Lo cierto es que cualquiera como padre o madre puede estar en ese lugar.
No hay que escupir para arriba porque en cualquier momento nos puede pasar.
Lo cierto es que los adolescentes muchas veces construyen “su imagen” queriendo decir algo y muchas veces lo que vemos no es lo que realmente los adolescentes quieren decir.
El miedo, de no saber quién soy o de sentirme menos, a veces se esconde detrás de un gran físico, y basta con generar una situación impensada, para darnos cuenta que detrás de esos grandes físicos aflora la vulnerabilidad inmediata de no ser nadie, o lo que es peor, de no saber quién soy.
La vulnerabilidad que denota una infantilidad total
Algo de esto pasó en Villa Gesell.
Es triste que hoy, estos chicos crean que tuvieron una “pelea” con Fernando, pero ni bien pasen algunos años dentro de la prisión se irán dando cuenta que “la pelea” la tuvieron con ellos mismos, con sus miedos, con sus fracasos, con verse como no se querían ver, con una incertidumbre enorme de no saber para “donde ir” con sus vidas.
No fue Fernando el culpable de lo que les pasó, fue lamentablemente la excusa perfecta para sacar y descargar sus iras.
Triste, porque por más arrepentidos que estén hoy, en criollo….”ya la cagaron”.