San Miguel del Monte: laguna, buena gastronomía y acá nomás...
Ahí nomás de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra este pueblo de campo con laguna. Único!!!!
San Miguel del Monte es una pequeña ciudad de tradición ganadera y uno de los pueblos más antiguos de la provincia de Buenos Aires.
Su hermosa laguna, poblada por grandes pejerreyes, es un lugar preferido por los amantes de la pesca y la vida al aire libre.
San Miguel del Monte es un pueblo de campo por donde se lo mire. Aquí, se aprecian reminiscencias de su pasado de estancias y de gloria gauchesca.
Las calles estrechas, las esquinas sin ochavas y las casonas del antiguo casco urbano vieron pasar parte de la historia de los ganaderos de la pampa y del entonces caudillo y estanciero don Juan Manuel de Rosas.
Según cuenta la historia, el pueblo prosperó al resguardo de los fortines que lo protegían de los malones.
Sus grandes establecimientos ganaderos, antaño defendidos de los indios por federales de uniforme colorado, hoy se transformaron en una novedosa atracción turística que combina la vida rural, el contacto con la naturaleza y todas las comodidades de los nuevos complejos hoteleros que atraen al visitante de la ciudad.
En sus tradicionales estancias, es posible comer un asado de campo, realizar cabalgatas, senderismo, caza, actividades de chacra y hospedarse en habitaciones de categoría exquisitamente decoradas con muebles y obras de arte del siglo XIX.
La residencia que perteneció a don Juan Manuel de Rosas, originalmente ubicada en la estancia Los Cerrillos, es un rancho pampeano típico en excelente estado de conservación que puede visitarse todos los días del año.
Recorriendo sus habitaciones observamos de cerca todo: pertenencias y retratos del prócer. Allí estaban también los uniformes de “los colorados del Monte”, el ejército que el mismo Rosas creó para la lucha contra el indio.