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Por Vuelta de Rocha

Un poco de historia por este clásico del barrio de La Boca.

Este meandro del Riachuelo que se ha dado en llamar Vuelta de Rocha fue cedido por Juan de Garay a Alonso de Vera y Aragón quien no tomó posesión por entonces del predio, por lo que el terreno fue asignado en 1635 al comerciante y estanciero Antonio Rocha, a quien debe desde entonces su nombre.

Del muelle partían lanchones y pequeñas embarcaciones qu transportaban mercaderías de exportación hasta los navíos fondeados en la rada exterior de Buenos Aires. Fue durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas cuando se estableció este lugar, por costumbre de la población, como la salida obligada para dar un paseo por la Boca. Esta tradición se mantiene aún actualmente, ya que no puede conocerse la Boca sin darse una vuelta por (valga la redundancia) la “Vuelta de Rocha”. Y si hoy son visita obligada las cantinas y restaurantes que la rodean, no menos lo era ya en el tiempo de Rosas una vuelta por una de las tantas pulperías ubicadas allí, adonde asistían marineros, cocheros y changadores.

Con la forma de una cubierta de barco, en la intersección entre la Avenida Don Pedro de Mendoza y la calle Del Valle Iberlucea, se encuentra la plazoleta “Vuelta de Rocha”, donde se puede ver, evocando a “La Maestranza” y el Arsenal de la Marina instalados allí por el Almirante Guillermo Brown, un monolito que indica al lugar como Lugar Histórico. Otro homenaje a este marino argentino se puede ver en el busto del escultor italiano Julio C. Vergottini, y un cañón que perteneció al buque insignia “25 de Mayo” que comandaba Brown. Además en la plazoleta se puede observar un mástil de hierro perteneciente al transporte “Pampa”.

Entre otros hombres ilustres de la Patria a los que se hace alusión en la Vuelta de Rocha, se encuentra el Gral. Don José de San Martín, a quien se evoca con el “Pino de San Lorenzo”, y al marino y comerciante genovés León Pancaldo, quien llegó al Río de la Plata en 1536.
No puede hablarse de la Vuelta de Rocha sin mencionar el Puerto y la vida portuaria. La actividad portuaria de La Boca puede dividirse en dos tramos: la de la Ribera del Riachuelo y la Dársena Sur Portuaria. La zona de la Ribera del Riachuelo está rodeada de galpones, depósitos y talleres de empresas que hace años, aprovechando la cercanía con el ferrocarril, se instalaron allí para transportar su mercadería.