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Cruzamos el charco y no existe más. ¿Y Ricardito?

El Grupo Bimbo anunció hace un tiempo el cierre de su planta de producción de chocolate Ricard.

En Uruguay, el uso de la expresión "Bo..." denota confianza y es utilizada para enfatizar, para llamar, detener, pedir la atención a alguien, o para demostrar asombro o sorpresa.

Una típica expresión uruguaya es: «¡Vamo' arriba, bo!» expresando euforia y dando aliento

Los tiempos cambian, dijo con sus siete volúmenes del Tiempo Perdido el genial Marcel Proust

Y lo que pensaron los uruguayos que nunca pasaría finalmente pasó.

Tras el anuncio de Grupo Bimbo del cierre de su planta de producción de chocolate Ricard en Uruguay, rápidamente las redes sociales se hicieron eco de dos golosinas clásicas del país que se dejarán de producir y no estarán en las góndolas: el Ricardito y la Merienda Sote.

En la planta de Ricard se producía Ricardito, barras de cereales y turrón, y además se envasaba maní con chocolate y también otro clásico del pasado como el Tico-Tico

Grupo Bimbo informó hace un tiempo que al abandonar la línea de producción de chocolates Ricard, la medida afectará a 62 trabajadores que serán despedidos.

La empresa informó que de aquí en adelante enfocará sus negocios en la panificación y los snacks.

Tanto el Ricardito como la Merienda son clásicos del consumo de los uruguayos desde hace varias décadas.

"Chocolate por fuera, merengue de corazón", fue un jingle que se popularizó décadas atrás después de que la empresa Ricard promocionó el producto en tandas publicitarias.

El dirigente de la Organización Nacional de Obreros del Dulce Ramas y Afines (Onodra), Javier García, dijo a Montevideo Portal que los tres productos que se producían en Uruguay eran el Ricardito, cereales y turrones, un producto este último de características más zafrales.

La empresa pasó de tener 300 empleados en 2008 cuando la compró Bimbo a los 62 de la actualidad, después de varias reestructuras con reducción de personal.

La crisis es global y hay una pregunta, más allá de la bronca que nos dan estas noticias, deberíamos hacernos: ¿cuántos uruguayos consumían Ricardito mensualmente?

Los números dirán que mucho menos de los que la empresa necesitaba para seguir manteniendo este clásico.

Tiempos modernos....la pucha....¿a dónde iremos a parar?