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#1/8. Si no te gusta la ruda proba con el chocolate!!!!!

Pensar que muchos de nuestros héroes patrios (San Martín, Belgrano, Sarmiento, Rivadvia y otros) tomaban chocolate con churros

Hace frío en la ciudad....y en toda la cordillera esta nevando.

¿De dónde viene la tradición del chocolate con churros?

De Aires españoles, seguramente

Cuando llega el frío y estamos ante una conmemoración cerca, no hay como recordar a nuestros hombres patrios y a sus proezas con un buen chocolate con churros.

Si bien la tradición es española (el chocolate se servía a 80 grados centígrados y los churros tenían forma de lo que hoy conocemos como grisines y se usaban para revolver el brebaje) se instaló en Buenos Aires en la época de la colonia y nuestra ciudad la adaptó de manera tan elocuente que hasta hoy se habla de ser los creadores de la misma.

La forma tradicional de comerlos es mojar el churro en la taza de chocolate, preferentemente blanca y de vidrio. Los cafés que comenzaron con esta tradición, además de los churros (eran generalmente 6) dejaban junto a la taza de leche un vaso de agua helada, para que los comensales apagasen en forma inmediata la explosión de azúcar que emanaba la receta.

En España, de donde viene la receta, hay distintas formas de disfrutar de esta combinación. En el norte español el chocolate se sirve caliente, mientras que por el contrario, en el sur se sirve frío. De ambas maneras, la tradición se respeta a rajatabla en cada festejo de la madre patria.

¿Desayuno o merienda?

Hoy, tomar chocolate con churros es parte de nuestra tradición y hace a las costumbres ya incorporadas que tenemos los argentinos. No es habitual que de desayune o se meriende de esta manera, pero sí que se piense en ella inmediatamente cuando estamos frente a una fecha patria.

Pensar que muchos de nuestros héroes patrios (San Martín, Belgrano, Sarmiento, Rivadvia y otros) tomaban chocolate con churros no es algo inimaginado, por el contrario, seguramente lo tenían arraigado de un legado familiar de madres y abuelas, legado a los que nadie puede escapar

Conocidas como “churrerías”, estos lugares de encuentro para disfrutar de churros abundaban en el siglo pasado, y lentamente fueron algunos bares y cafés los que, algunos días del año, comenzaron a repetir el ritual.

De Madrid a Buenos Aires

En algunas churrerías de Madrid el público comparte la mesa a la hora de pedir chocolate con churros. El aroma que emanan las cocinas de estas es sencillamente irrepetible: a la la fritura de los churros se le suma el hervir del chocolate, y nadie puede resistir esta tentación.

Dentro de Madrid, la Chocolatería San Ginés, ubicada en el centro de la ciudad, es una de las más tradicionales.

En nuestra ciudad de Buenos Aires existen distintos puntos tradicionales dónde el visitante y los habitúes pueden acercarse año a año a continuar con esta vieja tradición.

La Giralda, en la Avenida Corrientes, se hizo conocida por su inconfundible chocolate con churros y sobre la Avenida de Mayo, el tradicional Café Tortoni. El Gato Negro, también sobre la calle Corrientes tiene su publico, y hay más.

En el barrio tanguero de Boedo, el café Margot es uno de los lugares dónde nadie quiere perderse el día Patrio. Desde meses antes, hay que reservar lugar y decir "cuantos son" para que los mozos y el personal de la casa calculen la cantidad de docenas y litros de chocolate caliente que deberán preparar para satisfacer a "todos sus clientes y amigos".

No tenés que esperar que el almanaque diga "feriado". Distintos lugares abran sus puertas, nosotros iremos a salir a buscar chocolate con churros.