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Ganó la lógica. Impresentables, afuera y adentro más.
Ayer ganó el gobierno, que mostró que si se puede se cambia, a pesar de que se naturalizaron las mafias.
Leí la semana pasada un grafiti bestial hoy en la zona de Constitución: "Dios...¿cuántos padre nuestros debo rezar por matar a un senador?"
Terrible.
Pero por momentos la política está tan alejada del pueblo (sobre todo de lo que está viviendo el pueblo) que no sería impensado que en algún momento ocurra.
Es triste, pero la clase política no quiere hacer el ajuste que a la sociedad no le quedo otra que hacer.
¿Por qué?
Porque no quieren perder privilegios.
Y esto significa vivir muy bien representado a un país pobre.
Lo tienen que empezar a tener en cuenta los políticos porque sino esto va a terminar muy mal.
Ayer, el Congreso (con una parte que huele a mierda naturalizada desde hace décadas y que representa lo peor de una política que perdió las últimas elecciones) le dió luz verde a la gran Reforma del Estado que plantea Milei, para que Argentina vuelva a ser lo que alguna vez fue.
Como siempre, los que se hicieron ricos con la pobreza material y mental del pueblo quisieron impedirlo.
No lo lograron
Ganó, aunque todavía hay mucho camino por recorrer, Argentina.
La de la gente de bien