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Tita Merello

La actriz y cantante es un símbolo indiscutible de Buenos Aires y del tango argentino.

Tita Merello nació el 11 de octubre de 1904 en un conventillo del barrio de San Telmo. Criada en un asilo, su infancia, signada por la pobreza, no fue sencilla. Trabajó desde los 10 años en el campo y luego regresó a la ciudad en busca de un mejor destino.

Sus primeros pasos artísticos los dio en teatros y cabarets marginales hasta que, en 1923, logró debutar en el teatro Maipo de Buenos Aires, el más destacado de la época. Fue el comienzo de una carrera que sólo recorren los fuera de serie y que la colocaría, por siempre, en el candelero.

Desde aquel momento, Tita –Laura Ana, tal era su verdadero nombre– comenzó a interpretar tangos humorísticos y burlones como "Qué Careta" y "Se dice de mí", su canción más representativa, con la que se consagró como ídola popular. Claro que, mientras tanto, Tita no perdía el tiempo y se dedicaba, a la vez, a estudiar y a aprender baile.

De hecho, “la Merello” también incursionó en el periodismo y fue letrista de algunos tangos. Por supuesto que, entre las décadas de 1930 a 1970, trabajó junto a los artistas más grandes de la época. Teatro, radio y cine –donde filmó más de una decena de películas– fueron los diversos escenarios artísticos que la vieron triunfar.

Dueña de una personalidad desbordante, directa y frontal, se convirtió en un referente para su época y en un símbolo para generaciones de mujeres. Su famosa frase -"¡Muchacha argentina, hacete el papanicolao!"- sirvió para concientizar a las mujeres, sobre todo de los sectores más populares, en la prevención y la lucha contra el cáncer de útero.

Tita es y será una de las intérpretes más representativas e inolvidables del tango, debido a su voz inigualable y a los movimientos corporales particulares que desplegaba en sus actuaciones.

La actriz falleció el 24 de diciembre de 2002, a los 98 años en la Fundación Favaloro, donde pasó casi íntegramente sus últimos años. Una gran multitud le dio el último adiós –tal como sucede con los grande referentes populares– en la Iglesia de su querido barrio, San Pedro Telmo.