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Costanera Sur, pasado y presente

El ex balneario Municipal es una de las alternativas para pasar el verano porteño 2011.

06-01-2011

Un poco de historia. El 11 de diciembre de 1918, un calor sofocante invadió toda la ciudad. Una gran cantidad de coches desfilaban hacia la ribera del Plata para llegar a la playa. Una vez que llegaban a la vera del río, hombres y mujeres, con atuendos propios de la época y zapatos en mano, caminaban intentando huir del calor.

Alrededor de las tres de la tarde, el cielo se cubrió completamente y los visitantes se refrescaron con un fuerte y repentino chaparrón. Sin embargo, los concurrentes permanecieron en el lugar y, a las seis, arribaron coches oficiales llevando a Joaquín Llambías, entonces intendente municipal y José Quartino, secretario de Obras Públicas.

La Banda Municipal comenzó a tocar el Himno Nacional y Monseñor Alberti bendijo las aguas del río. Varios cañonazos dieron por inaugurado el Balneario Municipal.

Después de aquella fiesta, la Costanera Sur se convirtió en un paseo indispensable durante los veranos porteños. La obra estaba compuesta por amplios jardines al estilo de Versailles y una terraza larga con escalinatas al río.

En 1923, el intendente Carlos Noel estableció un reglamento para la concurrencia en el cual se les prohibía a los hombres el uso de calzoncillos comunes. Por otra parte, los bañistas sólo podían permanecer 30 minutos en el agua y se debía respetar la delimitación establecida por sexo. Es decir, existía un sector femenino y otro masculino.

Fue así que en terrenos cercanos fueron instalándose varios restaurantes. La Costanera se convirtió en el escenario de fiestas y bailes de carnaval que ningún porteño quería perder.

Hoy, muchas personas eligen la Costanera Sur para tomar un poco de sol, caminar, jugar con los chicos y pasar los días de verano un poco –pero no mucho- más frescos...