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Para los porteños, no hay nada igual a tomarse un café

No hay nada más lindo que tomarse un café en la ciudad de Buenos Aires

Para ese entonces, los granos de café eran un “tesoro” al que no todos tenían acceso, hoy basta con sentarse en la mesa de un bar para disfrutar de esta “mágica” infusión.

Lo cierto es que a lo largo de la vida de los porteños, el café se transformó en un compañero diario de cada día. Hay quienes necesitan de un café para despertarse, otros lo toman recién después de almorzar y hay quienes esperan la llegada de la merienda para disfrutarlo.

Sin tener una hora exacta para disfrutarlo, aquí te dejamos un par de lugares emblemáticos donde ir en busca del café es una excusa perfecta para conocer la maravillosa ciudad de Buenos Aires.


Las Violetas
No hay como los domingos en Las Violetas. La hora del té, en esta esquina del viejo barrio de Almagro se volvió sagrada. Al té de las 5 se suman una selecta selección de masas finas, tortas y budines. La arquitectura del lugar hace lo suyo, a lo que se suman las distintas personalidades que visitan el lugar en forma constante. El Domingo nunca hay lugar, y eso significa que Las Violetas está más vivo que nunca.


Una vuelta por el Café Tortoni
Ubicado en la emblemática Avenida de Mayo, el Tortoni es un clásico de la Ciudad de Buenos Aires. En él tomaban café presidentes argentinos y hoy lo siguen haciendo las máximas autoridades de la ciudad. Entrar al Tortoni es viajar en el tiempo a las épocas doradas de Buenos Aires. Fue literalmente, “la casa” de muchos de los artistas, periodistas y escritores más prestigiosos de cada época, y hoy lo sigue siendo. Todo vecino de Buenos Aires merece, aunque sea una vez en la vida, un Café en el Tortoni.

No hay que tenerle miedo a los gatos negros
“El Gato Negro” es un clásico de Buenos Aires y de la concurrida Avenida Corrientes. Desde su vidriera nos deja entrever un poco de su esencia, de su clase En su excelente ubicación en la Avenida Corrientes, uno puede hacer un coffee break cualquiera sea la hora del día. En el Gato Negro, además de café se pueden comprar especias, te y otras infusiones llegadas de todas partes del mundo, que además de sus mostradores se venden con la marca “Gato Negro” en distintos puntos del país. Un café que sabe a mucho conocimiento del mundo y de viajes.

La Biela, el bar de los intelectuales de Recoleta
Es el café famoso que tiene La Recoleta. Más exactamente, en la esquina de Junín y Quintana, se encuentra La Biela. Su nombre se debe a que fue en sus inicios casa de reuniones de la Asociación Argentina de Automóviles Sport que comenzó a llamarle al lugar con este nombre, parte fundamental de un automóvil. Lentamente, el lugar se convirtió en punto de encuentro de la aristocracia porteña. Entre los famosos que tomaron café allí aparecen “Bitito” Mieres, el corredor de Fórmula 1, pasando por escritores como Adolfo Bioy Casares, Jorge Luis Borges y Julio Cortazar, hasta los mismísimos Reyes de España. El lugar, tiene algo especial en las tardes de verano y en las mañanas frías del invierno. Habrá que sentarse allí para ver que hay detrás de sus cafés y medialunas, cualquiera sea la hora del día elegida.

Café de los Angelitos
La esquina de Av. Rivadavia y Rincón lo vio nacer y durante años este café estuvo cerrado hasta que volvió a brillar como en su mejor momento de gloria cuando fue sede de los más brillantes artistas del tango. Gardel cantaba en esta esquina y los mejores bailarines del momento supieron hacer brillar los pisos de este local que fue reciclado de manera perfecta por un grupo de empresarios que le devolvieron la vida. Hoy, tomarse un café es algo imperdible.


Para tener en cuenta
:
-La Biela: Av. Pres. Manuel Quintana 596
-Café de los Angelitos: Av. Rivadavia 2100
-Las Violetas: Av. Rivadavia 3899
-Café Tortoni: Av. de Mayo 825
-El Gato Negro: Av. Corrientes 1669