La Corte no habló de clases presenciales. La Corte habló de autonomía
Mucha ignorancia, pocas ganas de evolucionar y progresar. La crisis no es solo económica, es moral también.
Basta con darse una vuelta por Argentina para ver lo triste que está el país, pero sobre todo lo maleducada, ignorante y con pocas ganas de evolucionar que esta la gente.
Sí, aunque suene triste y feo decirlo, vos vas por distintos lugares de Argentina y hablas de la autonomía de Buenos Aires y escuchas cualquier cosa.
Hay quienes se oponen, y lo triste es que este tema no es algo que este en discusión, es como que hoy alguién se plantee que Catamarca no fuera una provincia, o lo mismo Corrientes, o lo mismo Misiones, más allá de que cada una se maneje bien, mal o peor.
Hasta Formosa, que en los últimos tiempos hizo lo que quiso, sigue siendo una provincia autónoma.
Por eso es intentendible las pavadas que hay que escuchar al honorable pueblo argentino cuando habla de Buenos Aires, más precisamente de la Ciudad de Buenos Aires.
El gobierno actual se ha encargado y cada vez lo hace más evidente, de sembrar odio que también se le vuelve en contra sobre la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires.
Lo triste que a un pueblo bruto e ignorante como el que ya tenemos a lo largo de todas las provincias, este tipo de actitudes confunden.
La Ciudad de Buenos Aires es igual a cualquier provincia del interior y la Corte (más allá del papel que juega que cada vez está más deteriorada) no falló a favor de las clases presenciales, falló simplemente a favor de la autonomía igualando a la Ciudad como a cualquier otra provincia del interior.
Por eso es falso que la Corte hizo un golpe de estado.
Por eso es falso que la Corte avaló la presencialidad de las clases en la Ciudad
La corte simplemente habló de autonomía, pero en un país cada vez más bruto e ignorante, donde todos hablan de que se sale con educación pero tratan de devaluarla día a día, cada cuál dice lo que se le canta.
Triste, pero parte de una realidad donde el interior odia a los porteños pero son siempre los porteños los que marcan las agujas del reloj, al igual que lo hacen las provincias productivas de Córdoba, Mendoza, Santa Fe y parte de la provincia de Buenos Aires.
Después para de contar.
Falta educación, pero no la actual. Una educación donde lo primero de todo sean los chicos y no el juego político.