Por siempre Tato
A 15 años de su muerte, el recuerdo del inigualable capo cómico. ¡Good show!
10-01-2011
Tato Bores se metió en la memoria popular como sinónimo del mejor humor político. Con sus célebres monólogos interpeló y ridiculizó a gobiernos, empresarios y sindicalistas de varias épocas, haciendo reír a diferentes generaciones de argentinos.
Su verdadero nombre era Mauricio Rajmín Borenztein y nació en la ciudad de Buenos Aires un 27 de abril de 1927.
Si bien participó en casi veinte películas de cine y otras tantas obras de teatro, su absoluta consagración llegó de la mano de la televisión, a la que llegó a fines de la década del 50, participando de innumerables programas cómicos, siempre rodeado de primeras figuras del ambiente.
Tato fue perseguido y censurado por diferentes gobiernos, pero su talento y el apoyo popular hicieron que siempre regresara a la pantalla chica para seguir declarando sus verdades mediante filosas frases que preocupaban a los poderosos de turno.
Los sketchs más recordados, sin dudas, son sus llamados telefónicos imaginarios con los presidentes de la república, sus encuentros con el fabuloso súper chanta que encarnaba Roberto Carnaghi y los platos de fideos con los que, cada domingo a la noche, agasajaba a sus invitados, cerrando sus programas con la histórica frase “vermouth con papas fritas y good show”.
Ciudadano ilustre de Buenos Aires, llamado “Actor cómico de la Nación”, eterno esposo de Berta y enamorado del verano en Punta del este, el gran Tato falleció el 11 de enero de 1996.